Los restos de la fuente de agua de Techacapa de la época virreinal.

La semana pasada tuve la oportunidad de conocer un sitio con mucha carga de Historia. Según las referencias históricas (crónicas y archivos) la referencia de este lugar existe desde que Xalapa fue establecida en el camino real en la década de 1530 (antes estaba en otro lugar). Desde sus inicios por este lugar pasaron muchas personas: lavanderas, arrieros, comerciantes, autoridades, indígenas, europeos, militares y un gran etcétera. Se trata del manantial de Techacapa uno de los principales afluentes xalapeños durante varios años, desde el siglo XVI hasta el XX. Este manantial es producto del sistema de rocas, túneles y afluentes de agua que escurren desde la sierra del Cofre de Perote. En la Xalapa virreinal existían tres manantiales importantes: Tecuanapa, localizado en la parte oriental de lo que fue el Convento de San Francisco, hoy por donde pasa el viaducto del parque Juárez; Xallitic, en el lado sur de una barranca arenosa en el centro de Xalapa (cuya fuente virreinal y lavaderos están felizmente conservados); y el chorro poblado (o de San Pedro) localizado en el actual parque "Los Tecajetes". Estos lugares fueron referencias importantes para la población xalapeña novohispana, moderna y del siglo XX. 
Pues bien el manantial de Techacapa se encuentra casi en la unión de las actuales calles de Xalapeños ilustres y Landero y Coss, en el centro histórico. Durante la época colonial se estableció un terreno en el manantial, cuya propiedad fue de una familia de origen hispano. Para 1777 los albaceas de los dueños del terreno decidieron que se construyera alrededor del manantial una caja de agua y fuente para el bien del público. Cuando se fundó el nuevo ayuntamiento de españoles para la villa de Xalapa en 1791, se hicieron varias obras de carácter urbano. Una de ellas fue el arreglo de una plaza cercana a la caja de agua, para un mejor servicio al vecindario. En el archivo histórico municipal de Xalapa, en los protocolos del ayuntamiento del año de 1801, se hace constar la compra de casas anexas a la fuente para crear una plaza. Posteriormente se agregaron dos pilas y 6 hileras de lavaderos públicos en el siglo XIX.
La fuente, la plaza y los lavaderos duraron hasta la segunda década del siglo XX. "A fines de los años 20, el manantial de Techacapa, fue cegado por el ayuntamiento que presidía el señor Guillermo César." apuntaba la crónica de Ruben Pabello Acosta. Esta "clausura" se dio por la construcción de un edificio bajo el control del ayuntamiento que tuvo varios usos, mercado, arena de box, oficinas, hasta que el edificio y el terreno fueron vendidos a particulares, quienes construyeron casas de diversos tamaños.
Actualmente la zona que abarcaba la plaza, los lavaderos y la fuente de Techacapa. Esta ocupada por: una casa alta, del lado de xalapeños ilustres, que sirve de vivienda, panadería y tiendas; el edificio de la CDI (Comisión para el Desarrollo de los pueblos Indígenas), por el lado de Landero y Coss; y varias casas particulares construidas sobre la calle González Ortega. Pareciera que nada ha sobrevivido del viejo manantial y de sus antiguas instalaciones públicas.
Eso pensaba hasta hace poco cuando un gran amigo que esta trabajando en el CDI me comentó de una placa antigua y una fuente dentro de las instalaciones de dicha institución. Pedimos permiso para entrar hasta ese rincón y cuál sería mi grata sorpresa: encontrarme con los restos de la antigua caja virreinal del manantial de Techacapa. El lugar se encuentra en el fondo de un traspatio. Esta rodeado de muros y sobre el patio hay dos columnas que sostienen una casa que tiene su salida a Gonzalez Ortega. En uno de los muros del mencionado espacio se aprecian varios elementos: relieves curvos en la parte superior, que me recuerdan la caja de agua que existe en Xallitic; un muro hecho de piedra, cal,  hecho de ladrillos delgados y largos (que apuntan la antigüedad de los mismos); una pequeña "ventana" con un marco de donde sale bastante agua, dentro de esta ventana se aprecia una bóveda construida con ladrillos delgados; y una placa hecha de piedra negra volcánica (muy propia de la región) donde se alcanzan a leer algunas letras gracias al relleno pigmentado con otro color. Dicha placa conmemora la realización de la obra para "el bien público" hecha por unos albaceas en 1777. Se trata de la antigua caja de agua realizada para el manantial de Techacapa en la época virreinal. El agua que sale de la caja se dirige a un contenedor que tiene una bomba de agua. El resto del agua se dirige a una cañería de ahí sale para la calle Juan Soto, pasa por detrás del palacio federal de Diego Leño y finalmente se descarga en un canal detrás de la calle de Diego Leño (la que da para Santos Degollado). 
Fue una grata experiencia ver la placa y la caja aún conservadas. No obstante el entorno (por los procesos arriba descritos) ha deteriorado mucho la situación de la misma. Es muy difícil pensar en un rescate, sólo esperemos que la ignominia o el progreso no terminen con este espacio. Uno que es de mucha trascendencia para la historia de la ciudad de Xalapa, más aún en esta época de carestía de agua. 

Ahora unas fotografías para tomar en cuenta.


Localización de la fuente. Se aprecia el conjunto de lavaderos y plaza de Techacapa. El marco de calles es: al norte la calle González Ortega; al oriente la calle Landero y Coss, al Sur la calle de Xalapeños ilustres y al poniente una casa donde está una tienda de autoservicio y librerías. (Extraído de un mapa de 1906 de Xalapa realizado por la Comisión Geográfico Exploradora, y conservado en la Mapoteca Orozco Y Berra en la ciudad de México)



Los restos de la caja de agua se encuentran dentro de las oficinas de la CDI en la calle Landero y Coss. Como bien mencioné se tiene que pedir permiso (esto no garantiza el paso) para poder acceder al patio interior donde esta los restos de la caja. El pequeño patio donde se encuentra la caja, los muros, los relieves y la placa de 1777. Es increible cómo el entorno se lleno de casas y oficnas alrededor, si no fuera por el ruido que hace el agua el lugar pasaría inadvertible. Los relieves junto a la "ventana" del agua recuerdan mucho el templete levantado en Xallitic para sus lavaderos.




La placa indica la obra realizada para que el "público" virreinal gozara del agua. Hace falta volver para hacer una mejor transcripción de su leyenda. La piedra negra, porosa, no deja ver muy bien (en la fotografía) el texto íntegro.




El agua que surge de Techacapa es muy limpia, fría y abundante, duele saber que va directo al drenaje, aunque razones deberá de haber.




La caja tiene filtraciones y éstas a su vez crean "vida", gusanos, moluscos y musgos son beneficiados de este chorro de agua. Asimismo se pueden apreciar los ladrillos delgados usados para el muro.

Comentarios

Anónimo dijo…
Después de leer tu crónica respecto a la historia de esa fuente que para mi era 'incógnita', y con esa pasión tan característica, me es grato acercarme un poco más a la historia de nuestra ciudad capital.
Gracias mi estimado amigo Dr. Paulo César porque reflejas en tus letras la enorme pasión que tienes por la historia.
Me quedo muy sorprendido cómo es que tienes tantos datos respecto a ese pequeño lugar 'olvidado', y que gracias a tu relato histórico vuelves a darle vida.
Excelente investigación. Abrazos.
Paulo C. López dijo…
Muchas gracias Erik ! Por el pase para entrar, por tu atento mensaje, y por las altas credenciales que me pones (aún no soy doctor). Todo es cooperación. Abrazos amigo !
HURI dijo…
Muchas gracias por esta investigación es muy valiosa, es una lastima que estos manantiales no estén siendo aprovechados en estos tiempos de carestía del vital liquido. Saludos Mónica Fócil.

Anónimo dijo…
Hermoso pedazo de historia. Sería muy bueno que pudiera ser rescatado y el agua canalizada para darle buen uso si es apta para consumo humano.
Bella Xalapa, como te extraño.
Olimpic68 dijo…
Como tu sabes desde hace tiempo me queda poco espacio temporal para leer y comentar, me parece excelente que hayas tenido acceso a ese tesoro oculto de la ciudad, yo fuí vecino de Landero y Coss desde que nací y siempre por mis abuelos supe del manantial de Tecahacapa aunque para mi era una leyenda y pensaba que ni siquiera existían rastros de aquel pasado virreinal. Es un gran descubrimiento y una grata noticia de que todavía existen aunque sean restos de un elemento tan importante para la vida pública de la villa y después de la ciudad.

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