Crónicas del patrimonio natural alterado. Los afluentes ocultos/enterrados/modificados de Xalapa

Hace poco las notas periodísticas locales resaltaron las fuertes inundaciones "provocados" por las lluvias torrenciales ocurridas el día miércoles 24 de junio. Una de las imágenes que mayor difusión tuvo en medios electrónicos, y redes sociales incluidas, fue la de la inundación ocurrida sobre la carretera federal 140 (México-Veracruz) en su entronque con las Ánimas.

Imagen compartida en Facebook por el sitio "Crónica de Xalapa"
en ella se puede ver la gran cantidad de agua que inundó la zona.

La cantidad de agua de la fotografía parece increíble para muchos ¿Cómo se pudo acumular tanta agua? Pocos saben que al paralelo de esa transitada carretera (que por la expansión urbana se ha convertido en una vía más) está el afluente del antiguo río de las Ánimas. Lo que se aprecia en esta fotografía no es una acumulación de agua de lluvia sino el desbordamiento de un canal dispuesto para pasar el río por debajo de la carretera. La siguiente imagen espera dar cuenta del movimiento de agua para entender mejor esta inundación. (Hacer clic para expandirla un poco)

Las lluvias del día miércoles llevaron una cantidad importante de agua al lecho del antiguo río, y saturaron el canal dispuesto debajo de la carretera. Dicha construcción no pudo soportar (seguramente por acumulación de basura y agua) la gran cantidad y terminó por llenarse a manera de represa.

En este fenómeno hay varias situaciones que llaman la atención y que tienen sus explicaciones en diversas épocas. Cabe decir que el referido canal seguramente no fue hecho para soportar tales cantidades de agua puesto que se hizo sólo para librar el arroyo de las ánimas. Y tampoco se hizo pensando en los cambios en el entorno urbano de Xalapa. En esta entrada esperamos dar una serie de apuntes para evidenciar este aspecto.

Fragmento del mapa "Camino entre Xalapa y Ánimas, sin fecha, c.a. 1900-1910
El original está en la Mapoteca Orozco y Berra, número de clasificación 9703-CGE-7261-A
Este fragmento está girado (con el poniente hacia arriba) para corresponder con la fotografía de arriba
cerca del rótulo "H- Las Ánimas" se puede apreciar el giro de 90º que hace el río.

El mismo fragmento pero con anotaciones de las construcciones actuales.
Todo el entorno de este afluente y del camino cambió de manera abrupta en un
periodo relativamente corto, claro en comparación de trescientos años donde ese entono se originó.

Los cambios en los entornos de las cuencas de los ríos permiten reconocer los rasgos del mal llamado "desastre natural". Con ello se puede entrever que no es cuestión solamente de la naturaleza destruir, condicionar o poner pautas a las actividades humanas. Sino que las construcciones humanas también contribuyen a lo que llamamos desastre. La inundación aquí tratada no se trata de algo fortuito o meramente "natural" sino que es producto de contrariar las condiciones naturales y de las construcciones realizadas sin entrever más que un aspecto.

El entorno de la cuenca del río de las Ánimas ha cambiado precisamente por una serie de construcciones urbanas de la ciudad de Xalapa durante todo el siglo XX, específicamente desde 1925 hasta la fecha. La expansión de la ciudad, el uso del automóvil como medio de transporte afectaron en buena medida las condiciones del río actuales. La proliferación de casas y fraccionamientos provocó una masiva descarga de aguas residuales al lecho del río, incluso se han realizado obras de drenaje que captan aguas pluviales y residuales concentrándolas en canales que no tienen salida alterna sino a esta parte del rio (canal de la avenida Murillo Vidal). Antes de todo esto antiguo río de las Ánimas recibía los afluentes de los arroyos Tatahuicapa y Tenerías. El primero de ellos tenía en el manantial de Techacapa uno de sus principales orígenes, el otro tenía sus orígenes en la actual zona de Los Berros, La Alameda, en una interesante zona de escurrimientos de agua que dominaba la parte sureste de la antigua ciudad. Luego de las construcciones el afluente del río de las Ánimas recibiría los drenajes de las nuevas colonias, las aguas de un caño de drenaje construido en la parte sur de Xalapa (Calle Cayetano Rodríguez) y el colector de drenaje de la avenida Murillo Vidal. Una mayor cantidad de habitantes de casas y de drenajes, con la basura que también se acumulaba afectó la cuenca de tal manera que durante buena parte del año se aprecia en las Ánimas un arroyo de aguas residuales.

Con respecto a la carretera, ésta reutilizó tramos e infraestructura (puentes, allanamientos, muros de construcción) del viejo camino real México-Veracruz, construido a partir de 1533 y que en la zona que estamos tratando no tuvo variantes. La carretera, en esta zona se hizo sobre la antiquísima calzada sobre la cual se dispuso un puente para evitar las aguas del río y así llegar al pueblo/villa de Xalapa. Por increíble que parezca los restos del puente aún están debajo del intenso paso de vehículos. EL puente definió el "grosor" del canal por donde pasan todas las aguas residuales aludidas anteriormente.

Vista desde la "boca" sur del "tunel" por donde pasan las aguas residuales del centro de la ciudad de Xalapa
y por donde pasaba el río de las Ánimas con las aguas de Techacapa y los arroyos de Tatahuicapa y Tenerías.
Al fondo, y al centro, sobre la esquina superior izquierda puede verse el arco del viejo puente colonial.
Como se puede apreciar la calidad de agua es totalmente contaminada.
Fotografía del comunicólogo y documentador del camino real Mario Gaspar Covarrubias tomada en el año 2015

Detalle del fondo del túnel enterrado, se puede apreciar que para su construcción el puente se basó en suelo rocoso para asegurar que las crecientes del río no lo colapsaran. Aprovecho para enviar un saludo a Mario Gaspar Covarrubias y a José Humberto Rodríguez con quienes conocimos, con todo y los riesgos a la salud, este rincón sepultado de la historia regional xalapeña.
La crónica de esas exploraciones la pueden leer aquí.

Cuando uno tiene en cuenta que en este pequeño cuello se concentra una cantidad importante de agua, puede uno pensar que no es sólo la culpa de las fuertes lluvias o destino funesto de la naturaleza. Sino que, más bien, son las propias construcciones y disposiciones las que abonan al desastre. Más aún cuando no respetan las condiciones existentes y sin reflexionar en las posibles consecuencias. Con esto también se puede ver que un desastre natural, no debe tomarse tan literal, sino que es una adversidad bien construida por todos nosotros y nuestras actividades.

Actualmente debemos seguir haciendo esfuerzos para no saturar la red de drenaje, el problema dista mucho de resolverse solamante por parte de los gobiernos. Nuestra sociedad debe de tener acciones en función del bien colectivo, una de ellas es la organización y disposición adecuada de nuestros desechos.

Desde una perspectiva histórica hay que decir que la sobreconstrucción en Xalapa es una añeja tradición. Xalapa se formó como un pequeño pueblo cercano a un importante camino. El pueblo se creo en una zona de salidas de agua porque en su carácter pequeño así convenía a los riegos de sus parcelas y viviendas. A medida de que ese pueblo creció (Sobre todo en el siglo XVIII) fue alcanzando los afluentes que estaban a sus afueras.Varios de esos afluentes fueron modificados, muchos de ellos canalizados a pequeños túneles o a acequias. Esta infraestructura hidráulica terminó por definir calles de irregular forma en el centro histórico. Actualmente la ciudad ha crecido sin tener en cuenta estos elementos naturales y se han escondido para no estorbar a una idea mal concebida (pervertida por el lucro personal) de progreso. Es imprescindible que las futuras obras urbanas no se hagan en función de sobre construir, ocultar y contrariar los rasgos de la naturaleza. Ni tampoco de sobreconstruir las antiguas y añejas estructuras urbanas  que sin duda sirvieron en una época pero que actualmente se requiere de otro tipo de intervención. Sólo así se podrán mitigar los efectos adversos de una naturaleza que reclama sus espacios robados/sepultados. A continuación dejamos unos ejemplos notorios de estas maneras (muy arraigadas en Xalapa) de manejar las aguas que "se entrometen" en su camino de crecimiento. En las imágenes se colocaron fragmentos de mapas antiguos con una imagen satelital que tiene un tono azul para distinguir el paso antiguo del agua.

Uno de los primeros afluentes afectados y ocultos por el crecimiento de la población en la Historia de Xalapa fue el arroyo de Xallitic, éste surgía de 4 manantiales ubicados en la barranca del mismo nombre y corría por el entonces límite del pueblo de Xalapa del siglo XVIII al crecer la población el arroyo fue "enterrado" por diversas estructuras, dos acequias, una alcantarilla, túneles y finalmente calzadas arriba de dichas construcciones. Cuando uno camina por la calle de Salonio puede escuchar agua que corre esto debido a que el afluente sigue su marcha a pesar de las obras realizadas. Aquí no hubo un esfuerzo por desviar el río sino de taparlo y convertirlo en calles.
(Frangmento del mapa antigo: "Xalapa Pueblo Mixto de Españoles e indios"
Colección Nettie Lee Benson de la Universidad de Texas en Austin,
sección W. B. Stevenson, cartera 27, expediente 960
El mapa y su explicación se pueden ver aquí.

El río Santiago/Del Paso/Carneros, este afluente ha sido trastocado desde hace 100 años
de hecho en el fragmento de mapa puesto ya hay una fuerte alteración a su curso con las represas construidas, los puentes y demás infraestructura. La calle Río Carneros de la colonia salud es la huella actual de lo que antes fue el paso de un río, ahora oculto, invisible y seguramente contaminado por aguas residuales.
Los frangmentos de mapas utilizados provienen del mapa: "Plano topográfico de la ciudad de Xalapa-Enríquez, 1900,
Mapoteca Orozco y Berra, en Tacubaya, DF, bajo el número CGEV-6344

El río Santiago es quizás uno de los afluentes más enterrados/modificados. Esta parte de su cauce ha sido totalmente dispuesta bajo las calles del centro histórico de Xalapa. Este río llegaba a las antiguas fábricas de hilados y tejidos y algunos de sus remanentes (sobre todo del que proviene del Parque de Los Tecajetes) llegan hasta el famoso paseo de Los Lagos.